martes, 5 de septiembre de 2017

Escena inédita: El secreto de Lady Sarah

¡Hola a todos!

¿Cómo habéis empezado el mes de Septiembre? Yo más cansada que cuando empecé las vacaciones, así que me he pedido unas vacaciones de las vacaciones. No estaría mal, ¿eh?

Bueno, para ir abriendo mes, os dejo una escena inédita del último libro de Paola C. Álvarez, que saldrá este mes de Septiembre, concretamente el día 14. Ya podéis adquirirlo aquí si queréis en preventa.

El secreto de Lady Sarah

"No sabía cuántas horas habían pasado desde que su esposo la había encerrado en aquella habitación, amueblada con tan solo un camastro y un sucio bacín. Ni siquiera le había dejado una simple vela y la noche cerrada sin luna le impedía ver más allá de un metro a través de la reja de la ventana.


Le había tirado un vestido y ordenado que se lo pusiera antes de dejarla sola, pero aquella prenda era incluso más indecente que su ropa de dormir. El escote era excesivamente pronunciado y la tela demasiado transparente. No quiso preguntarse qué nueva barbaridad le tendría preparada, solo quería que fuese lo que fuese, sucediera rápido. 

Se abrigó un poco más con el chal de lana y dio gracias por haber tenido la idea de cogerlo antes de que él la sacara a rastras de su dormitorio. No le había dado explicaciones, ni le había dejado cambiarse; vestida tan solo con el camisón la había empujado dentro del carruaje aterrorizándola más que nunca.

Un escalofrío le recorrió la espalda y retrajo los dedos desnudos de los pies en un intento fútil de protegerlos del frío cuando una ráfaga de aire helado se coló por las estrechas rendijas de madera.

Su vida se había convertido en un infierno de la noche a la mañana. Warren la había entregado en matrimonio a aquel animal sin darle la oportunidad de negarse, y ahora solo quería morir.

Una lágrima furtiva resbaló por su piel pálida e inocente, todavía inmadura, antes de dejarse caer al suelo, agotada.

La despertó el fuerte ruido de la puerta al golpear la pared al abrirse y se escurrió asustada por la superficie rugosa y astillada del suelo hasta tocar el muro con la espalda; levantó la vista cuando su esposo la alcanzó y la levantó de forma brusca agarrándola de un brazo.

—No emitirás sonido alguno, no te moverás y harás exactamente todo lo que yo te diga. Si me avergüenzas o haces un mínimo gesto que no me guste, lo pagarás muy caro, ¿lo has entendido?

—S-s-í, mi-mi-lord.

—Ponte esto y no te lo quites —ordenó entregándole una extraña máscara de marfil decorada con plumas y bordados que le ocultaba la mitad del rostro.

En cuanto salieron de la habitación, el sonido de música y risas inundó sus sentidos y no pudo evitar dar un paso hacia atrás resistiéndose. Su esposo se giró a una velocidad asombrosa para alguien de su tamaño, y levantó el brazo con la intención de abofetearla; se encogió para evitar el golpe emitiendo un leve quejido de anticipación, pero este nunca llegó.


El chal se deslizó de sus hombros e hizo amago de recogerlo; sintió un nuevo tirón del brazo y no tuvo más remedio que caminar para que él no la arrastrara escaleras abajo. Cuando entraron en el enorme salón lleno de gente, se sintió desnuda al notar las miradas que se posaban sobre ellos. 

El fuego de las velas proyectaba haces de luz parpadeantes sobre el empapelado de brocados rojos y dorados, mientras las sombras provocaban que las máscaras que llevaban los asistentes pareciesen más barrocas y tenebrosas. Decenas de mesas redondas abarrotaban la estancia, repletas de tanta comida que cualquier festín del rey parecería miserable a su lado; algunas parejas danzaban al son de la música, desinhibidas, entre risas escandalosas y actitudes más que inapropiadas. 

Comprendió que aquellas mujeres no eran damas y Sarah agachó la cabeza para que su esposo no viera las lágrimas brillar en sus ojos mientras lo seguía hasta una cortina de terciopelo, que ocultaba una especie de escenario.

—Quédate ahí hasta que venga a buscarte.

Se sentó en un rincón pegada a la pared y no se atrevió a levantar la cara. Lo poco que había visto al cruzar el salón había bastado para que le temblaran las piernas.

—Es tu primera vez, ¿verdad?

Sobresaltada, miró a la mujer que se había arrodillado a su lado con una sonrisa franca y comprensiva, y asintió de manera imperceptible.

—No te asustes. Les atrae más pelearse por dinero que por mujeres y las subastas suelen alargarse bastante. Cuando nos toque el turno, la mitad estarán borrachos y dormidos sobre la mesa.

—¿Subastas? —preguntó con un hilo de voz.

—Pues claro, ¿por qué crees que estás aquí? Eres muy bonita, seguro que te llevas al más rico —dijo guiñándole un ojo.

La voz grave y sonora de su marido retumbó en el salón impidiéndole pedirle más explicaciones a aquella mujer.

—Queridos compatriotas, vaciad vuestros bolsillos. ¡Empiezan los juegos! ¡Por Francia y Napoleón!

La multitud rugió con vítores y el corazón de Sarah quiso escapar de su pecho. Aquello era alta traición. El sabor de la bilis se esparció por su boca al comprender que Warren no solo había arruinado la vida de ella al entregarla a aquel bastardo sin honor, sino que había mancillado el nombre de su padre, su familia, su sangre.


Vio la media sonrisa desagradable de su marido al mirarla y un estremecimiento le erizó el vello. Encogió las rodillas para abrazarse a sí misma y se balanceó mientras un llanto imperceptible le inundaba la garganta maldiciendo su destino".


Tiene buena pinta, ¿A qué sí?

5 comentarios:

  1. Hola! Me apunto a eso de pedir unas vacaciones de las vacaciones, suena bien, jajaja. No sabía de este libro, y no descarto hacerme con él.
    Besos!

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  2. Hola
    Gracias por este adelanto. El collage me encanta. Tiene buena pinta.
    Besos

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  3. uy pues no se si termina de gustarme... creo que es de los pocos que ni fu ni fa de todos los que nos enseñas y te doy las gracias!! que no haces mas que aumentar mis pendientes!!

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  4. Hola!!
    Pues la verdad es que tengo muchas ganas de leer el libro, ya que Paola es una escritora que me gusta mucho cómo escribe, sobre todo porque demuestra que se puede escribir novela romántica sin ser chabacano y con las escenas de sexo justas :D
    Besos :33

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  5. Huy, pues para mi sorpresa, me ha gustado el estilo de la autora. Aún así, no creo que lo lea porque este género no es de mis favoritos, pero gracias por el fragmento.

    Un saludo,
    Laura.

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